Película nº 209/VIII Ladrón de bicicletas (1948)


Presenta: Candi Calderón


6 comentarios:

  1. Una de las grandísimas películas de la historia del cine.

    Deseando volver a verla.




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  2. Esta para mí -y muchísima más gente- por supuesto es de las obras maestras de "10". Aunque por otro lado, no es de las que apetezca ver una y otra vez...



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  3. Llevamos 208 películas proyectadas y cuando repaso la lista con cada título esbozo una sonrisa, siento una satisfacción. Son todas las que están, pero como es lógico no están todas las que son, pero nos quedan muchos VIERNES DE CINE para ir completando esa estupenda relación.

    Pero si he querido secundar el anterior comentario de Juan Pablo es porque tengo la sensación que con la proyección de “Los 400 golpes” y “Ladrón de bicicletas” pasamos a otra dimensión, como si nos estuviéramos haciendo mayor, en el buen sentido de la expresión, pues son dos obras que nunca pueden faltar en un Cine Club que se precie.

    Y terminaremos el ciclo con “Nosferatu” de Murnau. Ya estamos tocando, si no lo hemos hecho con anterioridad, el Olimpo de lo políticamente correcto en Cine Fórum.

    Pero ese último comentario “me la trae al pairo”, y eso que lo he dicho yo. Pues nuestra nave navega por aguas tranquilas y los vientos nos son propicios y las posibles tormentas norteñas sabemos esquivarlas con un buen manejo del timón y enarbolando las velas a tiempo, y eso hace que cada viernes lleguemos a buen puerto. Lo que quiero decir, cual un mal Espronceda, pero como un buen seguidor de Billy Wilder es que buscamos que las obras que proyectemos se conviertan en películas queridas, pues aunque ya las conozcamos, por haberlas visto con anterioridad, nos sorprendan y las descubramos como algo nuevo y estupendo. Ya sean cimas o hitos históricos de la cinematografía o grandes y maravillosas películas de notable en filmaffinity, o por qué no, recovecos de algunos recuerdos personales.

    Ya en mi presentación de “Ciudadano Kane” comentaba que en una novela del escritor norteamericano Philip Roth hay un personaje que es profesor en la Universidad y en una de sus clases les decía algo así a sus alumnos: cuando releemos un libro después de un tiempo, creemos que ha cambiado, que ha evolucionado, que no es la misma obra que leímos con anterioridad; encontramos nuevos fragmentos, ideas, pensamientos y reflexiones que en esa primera lectura no estaban. Pero la realidad es que los que hemos cambiado somos nosotros, hemos madurado, adquirido nuevos conocimientos, hemos evolucionado nosotros. Por supuesto hablo de buenas obras. EL CONOCIMIENTO ES MUTANTE. (No lo pongo entre comillas pues Philip Roth lo expresa como un verdadero candidato al Premio Nobel y yo hablo desde el recuerdo)

    Y reitero: Algo similar ocurre con las películas magistrales, con obras maestras del 7º arte. Seguramente, como decía, muchas las habremos visto con anterioridad, pero cada vez que acudimos a ellas notamos como si hubieran evolucionado, pues siempre nos aportaran algo nuevo e interesante. Yo espero que os ocurra lo mismo. Me imagino que algunos de vosotros habréis dicho al ver las distintas relación de títulos de los ciclos, “Estas las he visto”, pero es posible que después de las presentaciones, de verla en pantalla grande penséis, es cierto, es diferente, hay detalles que después de siete Temporadas mi visión de la obra ha cambiado.

    «Navega, velero mío, sin temor, que ni enemigo navío, ni tormenta, ni bonanza tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor”

    Sigamos por mucho tiempo cantando alegres en la popa…

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  4. ¡Hay que ver la demostración de profesionalidad que hizo Candi en la presentación de Ladrón de bicicletas!

    ¡Que poderío!

    Así da gusto seguir pedaleando en el cineclub... hasta la 300 y más allá...



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  5. Reto conseguido.

    Cierto Juan Pablo lo de Candi fue una sorpresa agradable, que nos da ánimos para seguir subiendo a cimas míticas como el Tourmalet, el Anglirú o los Lagos de Covadonga. Todos sabemos que no todas las ascensiones son fáciles, algunas nos crean un reto, un esfuerzo adicional, nos hacen pensar, reflexionar, incluso a veces… leer, pero con el avituallamiento de los presentadores, la preparación mental de las fichas, y la sensación de libertad que da el saber que es viernes noche, hace que consigamos el maillot de puntos de la montaña. Es cierto que a veces aparece “la pájara”, pero es momentánea y con buena voluntad y generosidad se supera. Pues siempre hay un reto, una cima más allá que superaremos juntos.

    Pero tenemos que hablar de nuestro maillot amarillo, de Candi, que como comentaba/mos, lo hizo genial. La sorpresa no fue porque pensáramos que no podía hacerlo bien, sino por el hecho en si de hacerlo estupendamente, cosa que nos alegró muchísimo, que alguien casi ajena, hasta ahora, a nuestro colectivo nos ofrezca tal gesto de generosidad y esfuerzo.

    Pero esto no siempre tiene que ser un panegírico, una loa o una lisonja para que siga ofreciéndonos su buen hacer. Pues me cuentan “las malas lenguas” que su ofrecimiento para presentar “Ladrón de bicicletas” surgió en una degustación de vinos, y cuando ya se llevaban algunas botellas “degustadas”. Y tras una conversación y una pregunta muy nuestra, muy española (Sí señores existe y se puede pronunciar la palabra España), de esos momentos donde los efluvios alcohólicos pululan por el aire:

    - ¿A qué no eres capaz?
    - ¿Qué no?, pues órdago a lo grande, Ladrón de bicicletas…
    -
    El resto de la noche,…me cuentan…, entró en un limbo temporal e incluso espacial, con algunos recuerdos, acciones, discursos deslavazados y cercanos a la onomatopeya y a sonidos guturales inclasificables e incoherentes.

    A la mañana siguiente surgieron los arrepentimientos, ¿¿¿Pero dónde me he metido yo???

    Pero tras una reflexión profunda, unos litros de agua y varios paracetamoles, se lo planteó como un reto personal. Un reto conseguido con laureles.

    Todo esto nos lleva a una reflexión: los caminos para llegar a una presentación son insondables.

    Y ahora un grito, ya mítico y de entusiasmo, de D. Mariano: ¡¡¡Viva el vino!!!

    P.D. Lo antes escrito es una recreación cuasi literaria y libre de una situación que igual no se dio, o si se dio benditos sean aquellos que saben repartir y multiplicar los panes y los peces y… el vino entre los amigos.

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