Gracias, Juan Carlos. Que trabajazo. Y que estilazo tienes con el dominio además de nuevas técnicas artísticas que hacen de una simple ficha informativa una pequeña obra de arte.
Intento plasmar a través de la ficha un poco del espíritu de la película. La obra de Ozu se merece que le dediquemos una gran atención.
Es una película para “contemplar”.
Entre el grupo de Cineando hay reunida mucha sensibilidad, desde los que pertenecen al club de lectura, a los de las agrupaciones musicales, a los fotógrafos, a los relacionados con los pintores de Ubrique e incluso a los del grupo de senderismos - pues hay que tener…”mucha sensibilidad” para realizar esas caminatas y contemplar las bellezas que nos rodean -. Todos sabremos apreciar, desde esas actividades complementarias al cine, una obra de la categoría de “Cuentos de Tokio”.
Ozu nos invita a atravesar la puerta de la casa de la familia Hirayama. Y "contemplar" su intimidad.
La conmovedora "Cuentos de Tokio" y la presentación de Juan Carlos son sencillamente geniales.
Nuestro presentador con la información, ilustración y comentarios nos introduce y aclara que esta no es una película para ver, sino para contemplar e incluso sentir, y tiene toda la razón, puesto que la contemplación de esta obra nos enseña que el sentimiento humano no tiene fronteras.
Con películas como ésta y su presentación, se contribuye a que la afición por el cine sea cada vez más mayor.
Gracias, Juan Carlos. Que trabajazo. Y que estilazo tienes con el dominio además de nuevas técnicas artísticas que hacen de una simple ficha informativa una pequeña obra de arte.
ResponderEliminarGracias, amigo.
EliminarIntento plasmar a través de la ficha un poco del espíritu de la película. La obra de Ozu se merece que le dediquemos una gran atención.
Es una película para “contemplar”.
Entre el grupo de Cineando hay reunida mucha sensibilidad, desde los que pertenecen al club de lectura, a los de las agrupaciones musicales, a los fotógrafos, a los relacionados con los pintores de Ubrique e incluso a los del grupo de senderismos - pues hay que tener…”mucha sensibilidad” para realizar esas caminatas y contemplar las bellezas que nos rodean -. Todos sabremos apreciar, desde esas actividades complementarias al cine, una obra de la categoría de “Cuentos de Tokio”.
Ozu nos invita a atravesar la puerta de la casa de la familia Hirayama. Y "contemplar" su intimidad.
Intentaré hacer una presentación “digna”.
¿Se habéis dado cuenta que una de las palabras clave es "contemplar"?
EliminarPues eso.
Buenas a todos:
ResponderEliminarSólo un breve comentario.
La conmovedora "Cuentos de Tokio" y la presentación de Juan Carlos son sencillamente geniales.
Nuestro presentador con la información, ilustración y comentarios nos introduce y aclara que esta no es una película para ver, sino para contemplar e incluso sentir, y tiene toda la razón, puesto que la contemplación de esta obra nos enseña que el sentimiento humano no tiene fronteras.
Con películas como ésta y su presentación, se contribuye a que la afición por el cine sea cada vez más mayor.
Arigato, Juan Carlos.
nota: perdón por lo de "más mayor" debió aparecer sólo "mayor"
ResponderEliminarUn entusiasta y emotivo comentario, Jesús.
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