Que bien que exista Días de cine. La pena es que gran parte de las películas que presentan no las podemos ver en nuestros multicines comerciales, pueriles y adocenados. Que bien que existan los dvds y los cineclubs.
Pues me temo que si. Cualquiera es capaz de hacer sufrir, por el hecho de que la mayoría decida que no está mal hacerlo y nos convencemos y justificamos esta practica, por el hecho de que la mayoría no se puede haber vuelto loca. Tenemos ese ejemplo en Tordesillas, es una especie de justificar la banalidad del mal que preconiza Hannah Harendt en su obra.
No estoy de acuerdo con la analogía, Juan Manuel. No podemos mezclar el sufrimiento animal con el humano. Puede que algunos lanceros de Tordesillas en determinadas circunstancias pudiesen llegar a ser mártires y héroes defendiendo a personas inocentes ante abusos criminales, y puede que algunos animalistas en determinadas circunstancias pudiesen llegar a verdugos o cómplices atacando a personas inocentes víctimas de abusos criminales. Hay batasunos proetarras -que siempre han alentado y comprendido los atentados terroristas- que se manifiestan beligerantes contra el retorno de los toros a San Sebastián. Y Hitler siempre protegió con delicadeza a los animales.
Comparto tu magnífica disertación. Pero es que no me he refiero al sufrimiento animal, me he explicado mal, me refiero a que en esa locura se puede llegar a justificar la violencia sobre iguales. Solo ver como se inflingió malos tratos a los que solo habían ido a informar en Tordesillas. Evidentemente esto, comparado con el exterminio nazi es Juego de Tronos.
Cierto, sí. De acuerdo. Hannah Arendt diferenciaba entre los criminales brutos, como los fascistas de las SA, gentuza violenta y zafia (cuya agresividad es "comprensible" en el sentido de que todos podemos conocer la existencia de canallas matones), que serían en parte comparables a los bestias de Tordesillas; y los genocidas como Eichmann, que no eran gentuza agresiva, que quizás no tolerasen el maltrato animal, que seguramente eran buenos padres, amantes de los niños, de los bosques, del ajedrez o de la filatelia. Esa creo que es la cuestión: personas "normales" que participan sin problemas en la maquinaria totalitaria y genocida del gulag comunista, o del holocausto nazi. Da miedo profundizar en nuestra "naturaleza".
A colación con el WhatsApp de Bárcenas y de una comentario anterior (para más señas, aquí arriba), todo ello del amigo Juan Pablo. Cuando abro las páginas web de las distribuidoras y productoras “Avalon” y “A contracorriente”, que se puede consultar en la columna de “Mis páginas preferidas”(para más señas, aquí a la derecha) y compruebo la cantidad de películas interesantes que ni siquiera llegan a las pantallas de cine comerciales y sólo se quedan en circuitos muy alternativos, muy alejados de nuestro entorno vital (perdón por el término), me entra ansiedad por no poderlas ver todas (no es para tanto), pero también me alegro bastante, pues hay películas para disfrutar durante varias reencarnaciones (la otra noche, vosotros me perdonaréis, vi un trozo de Cuarto Milenio). Y como comenta Juan Pablo tenemos la opción de los DVD y de Cineando en Ubrique. Yo no hago más que apuntar películas en una lista interminable, que daría para, lo dicho, varias reencarnaciones (ya van dos”varias”, y dos varias son una “jartá” de vidas) Esta semana veremos Hannah Arendt, y esta sí que pertenece a esos circuitos alternativos. Tan alternativo que quizás ni nos enteremos (¡Pues sube el volumen!) Me comprometo a mirar continuamente, bueno de vez en cuando, es decir cuando pueda y si me acuerdo (¡qué exigencia!), las páginas de estas distribuidoras y proponer esas “rara avis” (que bien queda esta expresión) que quizás ni sabíamos que existían (coñ… por eso se llama rara avis). Recibirán noticias mías. Y la próxima semana hablaremos… del toro (Homenaje a Tip y Coll)
Al leer el comentario anterior, respuesta a otros comentarios anteriores, pienso (luego existo) que la ensalada de remolacha que me he “zampao” llevaba demasiado vinagre de vino o que la lectura indiscriminada y con alternancia de “El mal radical” de Kant, “El ser y el tiempo” de Heidegger y “La banalidad del mal” de Hannah Arendt, me han dejado como se suele decir para pedir la baja. ¿Por cierto si un sacerdote entra en un Hospital Psiquiátrico, se puede decir que los enfermos tienen cura? Billy por favor, materialízate.
Jajajaja.....geniales compañeros.....Yo no se si los curas tienen el poder que se les supone o no, pero has invocado al Dios de Fernando Trueba y han aparecido ellos, además acompañados del cepillo, aunque prefiero el rasca de la ONCE es más directo.
Lo del Trueba es como lo de los antiguos anarquistas: ni Dios ni Patria ni Amo. Se puede compartir o no, pero hay que reconocer su entusiasmo por la Libertad.
Que bien que exista Días de cine. La pena es que gran parte de las películas que presentan no las podemos ver en nuestros multicines comerciales, pueriles y adocenados. Que bien que existan los dvds y los cineclubs.
ResponderEliminarPues me temo que si. Cualquiera es capaz de hacer sufrir, por el hecho de que la mayoría decida que no está mal hacerlo y nos convencemos y justificamos esta practica, por el hecho de que la mayoría no se puede haber vuelto loca. Tenemos ese ejemplo en Tordesillas, es una especie de justificar la banalidad del mal que preconiza Hannah Harendt en su obra.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo estoy de acuerdo con la analogía, Juan Manuel. No podemos mezclar el sufrimiento animal con el humano. Puede que algunos lanceros de Tordesillas en determinadas circunstancias pudiesen llegar a ser mártires y héroes defendiendo a personas inocentes ante abusos criminales, y puede que algunos animalistas en determinadas circunstancias pudiesen llegar a verdugos o cómplices atacando a personas inocentes víctimas de abusos criminales. Hay batasunos proetarras -que siempre han alentado y comprendido los atentados terroristas- que se manifiestan beligerantes contra el retorno de los toros a San Sebastián. Y Hitler siempre protegió con delicadeza a los animales.
ResponderEliminarComparto tu magnífica disertación. Pero es que no me he refiero al sufrimiento animal, me he explicado mal, me refiero a que en esa locura se puede llegar a justificar la violencia sobre iguales. Solo ver como se inflingió malos tratos a los que solo habían ido a informar en Tordesillas. Evidentemente esto, comparado con el exterminio nazi es Juego de Tronos.
ResponderEliminarCierto, sí. De acuerdo. Hannah Arendt diferenciaba entre los criminales brutos, como los fascistas de las SA, gentuza violenta y zafia (cuya agresividad es "comprensible" en el sentido de que todos podemos conocer la existencia de canallas matones), que serían en parte comparables a los bestias de Tordesillas; y los genocidas como Eichmann, que no eran gentuza agresiva, que quizás no tolerasen el maltrato animal, que seguramente eran buenos padres, amantes de los niños, de los bosques, del ajedrez o de la filatelia. Esa creo que es la cuestión: personas "normales" que participan sin problemas en la maquinaria totalitaria y genocida del gulag comunista, o del holocausto nazi. Da miedo profundizar en nuestra "naturaleza".
EliminarA colación con el WhatsApp de Bárcenas y de una comentario anterior (para más señas, aquí arriba), todo ello del amigo Juan Pablo.
EliminarCuando abro las páginas web de las distribuidoras y productoras “Avalon” y “A contracorriente”, que se puede consultar en la columna de “Mis páginas preferidas”(para más señas, aquí a la derecha) y compruebo la cantidad de películas interesantes que ni siquiera llegan a las pantallas de cine comerciales y sólo se quedan en circuitos muy alternativos, muy alejados de nuestro entorno vital (perdón por el término), me entra ansiedad por no poderlas ver todas (no es para tanto), pero también me alegro bastante, pues hay películas para disfrutar durante varias reencarnaciones (la otra noche, vosotros me perdonaréis, vi un trozo de Cuarto Milenio). Y como comenta Juan Pablo tenemos la opción de los DVD y de Cineando en Ubrique. Yo no hago más que apuntar películas en una lista interminable, que daría para, lo dicho, varias reencarnaciones (ya van dos”varias”, y dos varias son una “jartá” de vidas)
Esta semana veremos Hannah Arendt, y esta sí que pertenece a esos circuitos alternativos. Tan alternativo que quizás ni nos enteremos (¡Pues sube el volumen!)
Me comprometo a mirar continuamente, bueno de vez en cuando, es decir cuando pueda y si me acuerdo (¡qué exigencia!), las páginas de estas distribuidoras y proponer esas “rara avis” (que bien queda esta expresión) que quizás ni sabíamos que existían (coñ… por eso se llama rara avis).
Recibirán noticias mías.
Y la próxima semana hablaremos… del toro (Homenaje a Tip y Coll)
Al leer el comentario anterior, respuesta a otros comentarios anteriores, pienso (luego existo) que la ensalada de remolacha que me he “zampao” llevaba demasiado vinagre de vino o que la lectura indiscriminada y con alternancia de “El mal radical” de Kant, “El ser y el tiempo” de Heidegger y “La banalidad del mal” de Hannah Arendt, me han dejado como se suele decir para pedir la baja. ¿Por cierto si un sacerdote entra en un Hospital Psiquiátrico, se puede decir que los enfermos tienen cura?
EliminarBilly por favor, materialízate.
No sé si por "cierto" o por "incierto", pero si un sacerdote entra en un hospital psiquiátrico, se puede decir... ¿qué por fin ha encontrado su sitio?
Eliminar¿En el ala de in-cura-bles?
ResponderEliminarPor cierto al nuevo ministro de economía griego ¿Lo han nombrado porque tiene suerte con la lotería?
EliminarNo lo pillo. No tengo información. ¿Cómo se llama el ministro? ¿Tocalotopoulos?
EliminarEuclides Tsakalotos, este estaba "condenao" a andar con números por to lao.
EliminarEuclides Tsakalotos, este estaba "condenao" a andar con números por to lao.
EliminarEuclides Tsakalotos, este estaba "condenao" a andar con números por to lao.
EliminarJajajaja.....geniales compañeros.....Yo no se si los curas tienen el poder que se les supone o no, pero has invocado al Dios de Fernando Trueba y han aparecido ellos, además acompañados del cepillo, aunque prefiero el rasca de la ONCE es más directo.
ResponderEliminarLo del Trueba es como lo de los antiguos anarquistas: ni Dios ni Patria ni Amo. Se puede compartir o no, pero hay que reconocer su entusiasmo por la Libertad.
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