El viernes asistimos a la elaboración de una estupenda presentación. No le faltó de nada.
Hubo una materia prima excelente, la cual fue cocinada con dedicación y conocimiento. La cocinera eligió una película con el saber que iba a ser del gusto de todos los comensales. Y no se equivocaba, pues los presentes son gente de buen comer y de haber saboreado durante muchos años platos de alta gastronomía.
La sazonó con simpatía. Es decir una presentación “mu salá”.
La endulzó con sonrisas y con experiencias personales* (léase tres cajas de tortitas degustadas al unísono/sinfónico con Pedro durante la pandemia)
La cubrió con detalles, como lo del delantal, que hizo que horneara mejor y a la temperatura justa.
Sus movimientos fueron de izquierda a derecha y viceversa y de arriba a abajo y de nuevo viceversa, lo que hizo que el plato se hiciera por igual por todas partes, es decir al punto.
Y todo plato tiene una guinda, o al menos eso pensamos lo que entendemos de esto (je,je), y ella la puso: Gestionó bien y con cariño las ausencias - cosa que le da una gran categoría humana- a los no presentes, pero sí queridos. Todo un homenaje.
A la excelencia en cocina se le entregan Estrellas, en esta ocasión nosotros entregamos LUNAS. Le concedemos TRES LUNAS con el añadido de ramita de almendro floreada. Siendo el máximo cuatro lunas, pero la cuarta la dejamos para una próxima ocasión, la cual esperamos con la boca hecha agua.
Ana, neta do cociñeira, una muller estupenda, pero aínda así una rapaza doce.
Receta para cocinar una buena presentación.
ResponderEliminarEl viernes asistimos a la elaboración de una estupenda presentación. No le faltó de nada.
Hubo una materia prima excelente, la cual fue cocinada con dedicación y conocimiento.
La cocinera eligió una película con el saber que iba a ser del gusto de todos los comensales. Y no se equivocaba, pues los presentes son gente de buen comer y de haber saboreado durante muchos años platos de alta gastronomía.
La sazonó con simpatía. Es decir una presentación “mu salá”.
La endulzó con sonrisas y con experiencias personales* (léase tres cajas de tortitas degustadas al unísono/sinfónico con Pedro durante la pandemia)
La cubrió con detalles, como lo del delantal, que hizo que horneara mejor y a la temperatura justa.
Sus movimientos fueron de izquierda a derecha y viceversa y de arriba a abajo y de nuevo viceversa, lo que hizo que el plato se hiciera por igual por todas partes, es decir al punto.
Y todo plato tiene una guinda, o al menos eso pensamos lo que entendemos de esto (je,je), y ella la puso: Gestionó bien y con cariño las ausencias - cosa que le da una gran categoría humana- a los no presentes, pero sí queridos. Todo un homenaje.
A la excelencia en cocina se le entregan Estrellas, en esta ocasión nosotros entregamos LUNAS. Le concedemos TRES LUNAS con el añadido de ramita de almendro floreada. Siendo el máximo cuatro lunas, pero la cuarta la dejamos para una próxima ocasión, la cual esperamos con la boca hecha agua.
Ana, neta do cociñeira, una muller estupenda, pero aínda así una rapaza doce.
*Enseñanza de Herman J. Mankiewicz